viernes, 31 de octubre de 2014

Las tierras más fértiles

Hace unos días vi la noticia de que aprovechando la situación geopolítica de Ucrania, se estaba robando su fértil suelo, decían que estaban entrando camiones y con excavadoras se llevaban hasta metro y medio de la fértil tierra negra ucraniana. De esta noticia empezaron a salir recuerdos de mi época de estudiante de secundaria: chernozem y pozold y de ahí, tirando del hilo de Internet, ha salido todo esta entrada.

El chernozem es considerado el suelo más fértil del mundo y se genera naturalmente en varios puntos del planeta. Las áreas marcadas en rojo en el siguiente mapa indican dónde se encuentran de manera dominante, siendo Ucrania el país que más famoso es por la abundancia de este tipo de suelo, el granero de Europa le llamaban. Es un suelo que no necesita fertilización externa ya que es muy rico en humus, calcio, potasio y microelementos. Y aquí el enlace a una información más académica sobre el chernozem.


Distribución del chernozem en el mundo


Pero para nuestra desgracia y en favor de nuestra creatividad, no todos los suelos son de tipo chernozem. La FAO ha cartografiado los suelos de todo el planeta y los ha clasificado según sus propiedades físicasquímicas y biológicas. Es un mundo por descubrir esto de los suelos. El suelo comienza con la degradación de la roca madre que gracias a la meteorización atmosférica va soltando sus compuestos minerales. Si el relieve es abrupto y no hay nada que lo retenga, estos compuestos liberados marcharán hacia zonas más bajas. Si es suave, quedarán allí donde se formaron y serán rápidamente colonizados por microorganismos y vegetales, diseñados para trabajar a favor de la fertilidad del suelo, cerrando los ciclos del carbono y del nitrógeno y aumentando de estación en estación su riqueza y capacidad para mantener la vida de todo el ecosistema.



Enlace a la FAO


Todos querríamos tener un suelo de este tipo, que fuera extremadamente fértil y que esta fertilidad se creara de forma natural. Y claro, me he preguntado qué es lo que ocurre para que se forme el chernozem por si se pudiera copiar más que nada. Creo que el truco está en que la base del suelo es el loess que son depósitos de roca pulverizada, llenos de minerales en dosis finísimas de partículas, listos para ser asimilados por las plantas. Gran parte del loess proviene de depósitos de los gigantescos glaciares formados durante la última glaciación y que el viento llevó a esas zonas cuando se retiró el hielo. Ayuda también que en esa zona sea su topografía plana, permitiendo que se acumule el loess llevado por el viento sin que las lluvias lo lleven ladera abajo, río abajo, mar abajo. Si tu finca está en una llanura con depósitos de loess, disfruta de un clima continental y tiene unas precipitaciones anuales de hasta 500 mm, felicidades, seguramente tienes una rica pradera con suelo chernozem. El suelo natural más fértil que existe.


Un habitante de este ecosistema mostrando interés por un tronco seco

El suelo y el agua disponible es la banca de donde sale la riqueza de un ecosistema. Para una urbanita como yo es fácil comprender lo que es un ecosistema con el símil de una ciudad. Como en una ciudad, donde hay miles de tareas diferentes que hacer, donde hay miles de seres cada uno a lo suyo, agrupándose y desagrupándose según intereses y actividades, según necesidades y posibilidades, en un ecosistema pasa igual. Solo que por diseño, el ecosistema es perfecto, se autorregula, no hay deshechos que no se puedan utilizar o que sean peligrosos para el conjunto. Todo sirve para alguien en algún momento, todo es de utilidad, nada está de más ni sobra. Igual es una afirmación un poco aventurada pero creo que la vida en este planeta, lo único externo que recibe es la energía del Sol. Lo demás se recicla, se transforma, se aprovecha.

Esta imagen del suelo como banca la he sacado de la interesantísima web de Fuentevieja donde he leído este buen artículo:

La ecología de la producción vegetal

Para aprovisionarse de alimentos, lo primero es entender cómo funcionan las "maquinitas" de producir alimentos. Éstas se llaman ecosistemas, vienen siendo diseñadas desde hace miles de millones de años por el mecanismo evolutivo, y funcionan a la perfección y a pleno rendimiento, hasta que a alguien se le ocurrió -hace como mucho doce mil años- arrasar la vegetación, remover la tierra y el seulo orgánico, dilapidar en dos o tres temporadas el capital boilógico acumulado durante décadas, y salir a escape con lo "ganado", para repetir la operación en otro lugar aún "virgen"... El suelo orgánico es la banca del ecosistema, contiene todos los nutrientes que las plantan necesitan en las proporciones adecuadas... y posee mecanismos sofisticados para liberar nutrientes cuando hacen falta y no cuando existe riesgo de pérdida. También ataca químicamente las rocas inorgánicas -la "sacratísima" tierra mineral- para arrancarle el potasio, el fósforo, el hierro y otros elementos de consistencia sólida. El suelo orgánico superficial es el factor clave de la productividad del todo ecosistema aéreo, pero la labranza se lo lleva por delante a las primeras de cambio y luego no permite que se reconstruya. Vamos: Que la labranza es incompatible con la productividad endógena de los ecosistemas y a la larga, en un contexto de potencia decreciente, de la superviviencia de gran parte de los humano que poblamos el planeta.
 J. Ramón Rosell





El ser humano también, aunque no lo parezca, salió de algún ecosistema donde encajaba sin fisuras, pero su inteligencia le llevó por otra senda lejos de la perfección ecosistémica. Se ha hecho a sí mismo un pirata. Es propio de seres en estado infantil coger todo lo que les apetece, como los niños se roban los juguetes o le pegan con un palo a un avispero o cruzan la carretera por donde más coches hay, sin ser conscientes del peligro o las consecuencias que pueden conllevar sus acciones. Parece que estamos en un nivel infantil de consciencia.

Vuelvo al tema de esta entrada y a mi Tara personal con este mapa de suelos de Castilla y León que he encontrado.




Si vuestra tierra está en Castilla y León podéis pinchar aquí para acceder a la página de búsqueda.

(Pinchad en el icono "informe por zona" "Por municipio" y os aparecen unos campos donde debéis escribir la provincia y el municipio. Luego tenéis que elegir a la derecha "EDAFOLOGIA" para desplegar un menú donde os aparece "Clases WRB (FAO)". Allí os aparecerá un detalle del mapa con colorines y para identificar la leyenda del mapa, hay que pinchar en un dibujo que al posarse sobre el aparece "Mostrar leyenda de mapa activo". Y ahí veréis qué tipo de suelo es el vuestro.)

El mío, aunque tiene en común con los suelos chernozem que está en un clima continental y las precipitaciones anuales andan por 500 mm, es Regosol. Una pena pero en vez quedarnos llorando nuestra mala suerte por no tener un buen chernozem que expoliar, mejor nos dedicamos a encontrar maneras para enriquecerlo, porque si algo he aprendido al buscar la información para esta entrada es que todos los suelos puede ser modificados. En nuestro planeta, son dos los suelos más fértiles: el chernozem y la terra preta del Amazonas. Y la terra preta, aunque se encuentra sobre uno de los suelos más pobres del planeta, es tan fértil como el chernozem y ha sido creada por el hombre. Pero esto será el tema de otra entrada.

jueves, 16 de octubre de 2014

Acción: belloteando


Ya sé que está mal que lo diga, pero si de algo me siento orgullosa es del hecho de que en cada uno de los últimos 16 años he plantado o sembrado árboles. Los árboles primeros los planté en un monte comunal cerca de la casa de mis padres en Bilbao, era un antiguo pastizal que a falta de vacas se cubría de helechos en verano. Cogí unas bellotas del parque, las sembré y cuando los roblecitos salieron, los planté junto a mi padre que se ofreció a ayudarme, pues por aquel entonces tenía más idea de azadas que yo. Mi padre murió al año siguiente y esos árboles que plantamos juntos son ahora unos señores robles que da gusto verlos. De vez en cuando voy a pasear por allí y siempre me queda esa buena sensación de misión cumplida.

Seguí plantando en esa misma ladera árboles cada año hasta que compré el terrenito de Burgos del que me ocupo en este blog. Y aquí, como ya os he contado en esta entrada con la que me presenté, mis índices de éxito bajaron espectacularmente... Después de cometer muchos errores como, por ejemplo, plantar árboles que necesitan sombra y humedad en una pelada ladera de solana, y ver como muchos árboles recién plantados en ese año no pasaban el verano, fui bajando las expectativas y depurando el sistema de plantación. Ha sido sobre todo en el foro "Repoblación autóctona" donde más he aprendido. Cualquier duda que tengáis sobre cómo hacer germinar semillas de árboles (eso sí, siempre autóctonos), sobre cómo llevar a cabo una plantación o hábitats más adecuados de las especies, seguro que ahí la vais a solucionar.


Quejigo padre-madre (Quercus faginea)


El padre-madre estaba cargado de bellotas y dejé muchas más en el árbol

Al contrario que otro tipo de árboles, las bellotas germinan muy fácilmente. Si no lo habéis intentado todavía, os animo a poner una en un tiesto, regadlo con regularidad para que la tierra esté más bien húmeda y al de poco tiempo casi seguro que os saldrá un arbolito.





Sin embargo, los tiestos no son el mejor recipiente donde sacar adelante robles. La familia Quercus echa antes que las hojas una vigorosa raíz llamada pivotante cuya labor principal es profundizar lo más que pueda en la tierra, para así poder aguantar la sequedad del verano. Si plantamos la bellota en un tiesto, la raíz crecerá, llegará al fondo del tiesto, intentará llegar más allá que para eso esta diseñada y empezará a dar vueltas y más vueltas por el fondo del tiesto, espiralizando la raíz, desperdiciando mucha energía que necesitaba para profundizar en el suelo. Dicen que si se planta un arbolito con la raíz espiralizada queda dañado y no crece bien. En mi montón de fracasos, está también el de plantar robles así y la verdad es que se han quedado, de momento, enanitos.

Así que si queréis plantar robles o encinas o alcornoques para luego llevarlos al monte, lo suyo es plantarlos en bandeja forestal que con su forma cónica evitan que la raiz crezca en forma de espiral. Sin embargo, no hay nada como una semilla que nace en el mismo sitio donde se va a quedar. Si el sitio es bueno, no se malgastan sus fuerzas.



Parte del lugar de la plantación con las bellotas del padre-madre

No tengo buenas fotos porque olvidé la tarjeta de la cámara y no se me ocurrió hacer fotos con el móvil hasta que no hube acabado. Así que no tengo fotos de las que cogí, pero calculo que unas 120 bellotas. Con las mejores preparé dos semilleros y las demás las planté directamente a tierra. Y ¿cómo las planto en tierra?, pues así: se coge una vara de hierro, se clava en tierra (más fácil si la tierra está húmeda) y se mete dentro del agujero una bellota, lo más profundo que se pueda. Y te olvidas, este sistema es mucho más cómodo que plantar el mismo número de bellotas en bandejas forestales y luego pasar los plantones a tierra, para lo que ya se necesita pala y azada. Pero no es tan eficiente...

El ser humano, especie dentro de la que mi incluyo, busca eficiencia y si planta 80 bellotas, quiere que salgan 80 quejigos. Hace un tiempo que cambie ese programa mental, ahora mismo, aparte de ser humano, me siento un vector de propagación de árboles... ese roble padre-madre que os he mostrado, está cargado con cientos de bellotas este año. La naturaleza no lo ha diseñado para que esos cientos de bellotas se conviertan en igual número de árboles, no, las bellotas son un alimento de primera para que los animales que pasan el invierno en ese lugar hagan sus reservas.

Con la varilla se pueden plantar cientos de bellotas en una tarde bien aprovechada, pero muchas de esas bellotas muy probablemente serán comidas por jabalíes o ratones de campo o cualquiera que pase con hambre por allí. Sin embargo, alguna bellota será olvidada y con muy poco esfuerzo, se conseguirán nuevos árboles que falta nos hace. Y para "dar de comer" a esa parte controladora que tenemos los seres humanos, también tengo las del semillero, que en cuanto empiecen a brotar las pasaré a tierra. En la primavera.

(En el foro que os he comentado de "Repoblación Autóctona" hay un tal Nano_Sánchez que es el administrador del foro y hace sus plantaciones en la zona de Murcia. Él cuenta que los jabalíes le roban las bellotas, así que se ha inventado el sistema de enterrar dos bellotas, una a mucha profundidad y otra más superficialmente. Los jabalíes escarban porque les llega el olor y como encuentran una, dejan en paz la otra y encima ¡le hacen el alcorque!.)


Las dos bandejas con tierra más marrón son de quejigos

Y más consejos: sembrad la bellota debajo de una matita de lo que sea, cuando el árbol es joven le dará una sombra y evitará que en el suelo que rodea a su todavía pequeña raíz, se evapore el agua tan fácilmente. Yo me aproveché de la aulaga (Calicotome spinosa) y del escobizo (Dorycnium pentaphyllum) que por cierto son dos leguminosas que crecen abundantemente por allí. Y ahora es el momento de recoger y sembrar las bellotas, lo que se conoce en el argot del reforestador como "bellotear".




Si no conocéis este cuento "El hombre que plantaba árboles", os invito a verlo. Y también os invito a que os unáis al anónimo grupo de repobladores "furtivos" que, a escondidas y casi avergonzados si les descubren, plantan árboles.