miércoles, 30 de abril de 2014

A vueltas con el agua (0): El flujo del agua


He visto unos pocos vídeos de Geoff Lawton y ya me atrevo a diseñar mi finquita, qué atrevidos nos ha hecho internet...

Según he creído entender, lo importante es hacer que cualquier gota de agua que se atreva a entrar en el terreno que cultivamos, lo tenga realmente difícil para salir de él. Como dice El vergel de Mavi Arroyo -el blog de una pionera y libre experimentadora que os recomiendo- hay que entretener al agua, haciéndole dar vueltas y más vueltas para que acabe por filtrarse en la propia parcela y que no se le ocurra intentar llegar al mar. Lo hará, porque es su destino, pero por un camino más largo.

Este vídeo de Geoff Lawton sobre cómo diseñar una parcela de 5 acres es el que realmente me ha abierto los ojos. Sólo lo he encontrado en inglés y por si no lo entendierais muy bien, os doy algunas claves porque él lo va dibujando y con entender cuatro cosas, creo que se le puede sacar mucho partido para entender el tipo de diseño que propone. Hay que registrarse pero merece la pena; además, tiene muchísimos vídeos a cada cual más interesante.

Geoff Lawton es discípulo de Bill Mollison, uno de los fundadores de la permacultura


Lo primero que hace Geoff Lawton es describir las características principales de la finca "the main features".

En azul dibuja el agua, los flujos naturales de la finca sean estables o no -en línea discontinua los estacionales-. Hasta el agua de recogida de la cuneta de una carretera con la que linda a la izquierda cuenta.

En rojo están las presas "damm" para retener el agua y hacer estanques "fish pond". "Overflow" son sus reboses, dibujados con flechas azules curvas. También en rojo están los "swales" o caballones sobre los que planta los árboles de sus bosques de alimentos. El caballón, que no deja de ser un amontonamiento en línea de tierra, va asociado a un hundimiento de la misma, haciendo las veces de acequia para guiar el curso del agua. Por aprovechar -y parece que es un sitio con bastantes lluvias- aprovecha hasta el agua de la cuneta, haciendo un murete y un dique para crear un pequeño estanque en lo alto de la finca, donde luego pone una valla "fence" para que vivan unos patos "duck" y fertilicen el agua que va a circular a través la ruta de swale en swale que ha preparado por toda la ladera. Incluso dispone de una bomba "pump" para bombear agua del estanque más grande al estanquito más alto de los patos y así alimentar el flujo de agua en todo ese circuito de caballones.

Al final del vídeo, se ve que se "aburría" y genera una serie de conexiones entre los estanques, con bloqueos móviles para abrir o cerrar el paso del agua y mantener alimentado todo el sistema.

Crea una carretera en negro "road" y su casa en morado a orillas del lago. Un paraíso. Impresionante.

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El agua es la piedra angular de estos diseños de bosques de alimentos y es imprescindible que antes de empezar a plantar nada, nos planteemos cuántos litros de agua vamos a tener que "entretener", dónde están los flujos naturales de agua de nuestra finca y cómo vamos a guiar el agua que por allí pasa.

Vista de la finca y de un amable colaborador


Y aquí está mi finquita. Son unos 1000 m2; está en cuesta y es el desagüe natural de las dos laderas que la limitan. De hecho, a ambos lados de la finca hay unos surcos que pensaba que estaban hechos con tractor pero que probablemente además hayan sido tallados por el fluir del agua que viene de las laderas.

Para calcular el agua que vamos a tener circulando por la parcela necesitamos los metros cuadrados y las precipitaciones anuales. La finca tiene unos 1000 m2 y las laderas colindantes que desaguan en ella, digamos que tienen 2000 m2 en total, aunque solo vamos a considerar para este cálculo 1000 m2 porque siempre habrá pérdidas.

¿Y cuánta agua puede caer al año? En el aeropuerto de Burgos, a una distancia de unos 30 km en línea recta, tienen registros de 555 mm. como media de precipitación anual (son los mm que alcanzaría el agua sobre un metro cuadrado, si cayera de golpe toda la del año). Estas precipitaciones medias, como medias que son, no son exactas pues cada año es diferente; habrá años más o menos secos pero es una buena orientación.

Vamos allá:

Precipitación anual 555 mm = 0,555 m

(1000 m2 + 1000 m2)*0,555 m = 1110 m3 = 1.110.000 L anuales, ¡no está mal!

Esos 1.110.000 L anuales circulan de la siguiente manera y perdonad mis dibujos con poca gracia, pero lo mío no es dibujar, las flechas azules indican el sentido y dirección del flujo del agua:

Flujo del agua

Y este es el diseño que se me había ocurrido en un primer momento en donde las líneas rojas corresponden a las zanjas retenedoras de agua y las azules al sistema de riego:

Primera propuesta desechada


Las zanjas aquí están unidas en forma de zigzag, formando un circuito para el agua. Después pensé que unirlas no era correcto porque generaría una corriente de agua que cogería velocidad por la pendiente de la finca y se marcharía; y no hay que dejar que el agua se apresure, tenemos que intentar que se filtre allí mismo donde cae, a no ser que queramos llevarla a algún estanque, que de momento no es el caso.

Así que este es el último diseño, las zanjas paralelas en U. El nº de zanjas no está reflejado en el dibujo, in situ se verá las que salen, creo que unas 7 u 8.

De momento estamos en esto

Otro tema importante a tener en cuenta en este clima es que hay que recoger agua para los meses secos. Estos geniales permacultores lo llaman en inglés "water harvest", algo así como "cosecha de agua"; suena muy bonito cosechar agua, pero en realidad es guardarla, hacerla quedarse contigo.

Burgos tiene menos meses de verano, si lo comparamos con nuestra ciudad de referencia, Bilbao, y justo cuando aprieta el calor y los cultivos pueden crecer a sus anchas, no llueve y pueden pasar los dos meses más cálidos sin hacerlo, con lo que cuando podrían espabilar y dar los frutos que buscamos, tienen que aguantar la sequía y aprovechar el agua disponible para la supervivencia. Así que regar es imprescindible al menos hasta que no generen una buena sombra que prevenga o disminuya la evaporación de la humedad del suelo y tengan unas profundas raíces que lleguen a esa humedad estable del suelo que depende más de las lluvias medias anuales o de acuíferos que de las lluvias estacionales.

Como este es un bosque de alimentos "low cost", la idea es llevar depósitos de 1000 litros allí, uno o dos por zanja, cada uno con su bandeja recogedora de agua. Y que estén conectados con una red de riego por goteo a los caballones.

Es un esquema muy simplón pero espero que funcione. Nada que ver con lo que diseña Mavi Arroyo. Este blog es el diario de un aprendizaje, y siempre se empieza por lo simple.




miércoles, 9 de abril de 2014

¿Qué es un bosque de alimentos?

Hay una hermosa palabra castellana que se podría haber escogido en lugar de bosque de alimentos: vergel. Es una palabra prestada del provenzal, y cuando uno la escucha parece que nos transporta a un lugar lleno de abundancia, exuberante en frutas y flores, que llena nuestros sentidos de belleza, donde no hay hambre y donde las personas charlan alegremente mientras se escucha el caer del agua en una fuente....

Tal vez porque en inglés no tienen una palabra equivalente a "vergel", lo más parecido es "orchard" -huerto de frutales-, se han inventado "food forest" -bosque de alimentos-. Y a mí esta traducción también me gusta más, supongo que por mi amor por los bosques; la palabra "bosque" me lleva a una cualidad de la tierra primigenia, sin civilizar. Es un contrasentido porque qué habrá más civilizado que un cultivo que ha sido diseñado en origen por un ser humano y que lo único que copia es el funcionamiento del bosque para su máximo beneficio y menor trabajo.

Pero el bosque a nivel práctico tiene muchas más ventajas. Nadie cuida los bosques, nadie los ara, nadie los anda plantando ni los abona y, sin embargo, todos los seres que por él se mueven funcionan para el mayor beneficio del conjunto. Cada pequeña parte, aunque sea una simple y miserable bacteria, con su presencia enriquece y favorece a la totalidad, nadie está de más, todo suma y equilibra. Es autosostenible, y siendo sencillamente lo que es ya cuida de sí mismo. Y así "dejado de la mano de Dios", pero con la mano de la Vida entretejiéndolo, se convierte el bosque en uno de los ecosistemas de mayor fertilidad para el suelo.

La Naturaleza nos lleva millones de años de ventaja, es compleja y eficaz. Copiar al que sabe, no nos hace más pequeños, es que somos pequeños y ya es hora de que lo reconozcamos.

Este vídeo de Geoff Lawton me aclaró muchas cosas sobre los bosques de alimentos.



En los primeros minutos del vídeo explica "de una manera poco académica" y simplificando las 7 capas principales que hay en un bosque:

1ª Capa - Árboles de cubierta o dosel - Son los árboles más altos.
2ª Capa - Sotobosque - Árboles por debajo de la primera capa, a la sombra de los primeros.
3ª Capa - Arbustos  - A un nivel más bajo que los anteriores pero todavía con tronco leñoso: creo que aquí entrarían también las zarzas.
4ª Capa - Herbáceas - Plantas que no son leñosas. En climas como el europeo con inviernos fríos y húmedos y veranos secos y cálidos, hay dos capas de herbáceas.
5ª Capa - Cobertura del suelo - Plantas que cubren el suelo, pueden ser leñosas o no.
6ª Capa - Trepadoras - Plantas que naciendo en el suelo, aprovechan la altura de otras plantas para llegar a la zona de luz.
7ª Capa - Raíces - Plantas que almacenan energía en sus raíces.

Geoff Lawton dice que en todos los bosques del mundo, sea cual sea el clima en donde estén, se encuentran estas capas. El truco del bosque de alimentos está en ocupar todos esos "espacios" sólo con plantas, arbustos y árboles cuyos frutos, hojas, raíces, tallos sean comestibles. Y como un ejemplo vale más que un montón de explicaciones, imaginemos, así al tuntún, que tenemos un nogal, un manzano, un grosellero, albahaca, unas fresas, una vid y unas patatas compartiendo el espacio. Este podría ser el germen de un bosque de alimentos.

sábado, 5 de abril de 2014

Punto de partida: el clima del lugar

Para ir a algún sitio siempre es bueno saber de dónde se parte.

En el caso de cualquier tipo de cultivo que queramos introducir en una zona, hay dos coordenadas que sitúan el punto de inicio: el clima y el suelo que allí haya. Y en mi opinión es el clima del lugar donde queremos cultivar nuestro bosque de alimentos el factor principal que determinará qué especies se van a dar o no, pues ante el clima poco puede hacer el ser humano. El suelo se puede enriquecer y en cierta medida modificar, pero si va a caer una helada o no en mayo, bien entrada la primavera en el hemisferio norte, eso, de momento, no lo podemos evitar.

Cuando veo los documentales de Geoff Lawton y se pasea orgulloso por sus bosques de alimentos establecidos y empieza: "aquí un mango, aquí una guayaba,...", ya me gustaría a mí... pero como que no veo yo estos árboles tropicales en Burgos. No conozco el clima del lugar de Australia donde Geoff Lawton tiene las tierras en las que realiza estos maravillosos diseños de permacultura y bosques de alimentos, pero lo que veo en sus vídeos me recuerda al clima del lugar donde vivo, Bilbao. Así, simplificando, mucha agua, muy verde, temperaturas suaves, aunque es probable que allí haya una parada invernal más corta y una temperatura media superior, porque guayabas tampoco he visto por Bilbao.

Pero estamos en Burgos, comarca de Oca, dentro de área de influencia del clima continental del centro de la Península Ibérica. Separada de Bilbao apenas 100 km en línea recta hacia el sur, debido a la barrera que ejerce la cordillera Cantábrica sobre estas tierras, que las separa de la acción benéfica de las nubes cargadas de lluvia que vienen del océano, y sus 800 m. de altura sobre el nivel del mar, nos encontramos con un descenso del 50 % en la cantidad anual de precipitaciones. Las temperaturas mínimas son bastante más bajas. El numero de días con helada es casi 5 veces más. Esto tiene que ser determinante para nuestro futuro bosque de alimentos.

Javier Sevillano es un amable señor que tiene una página muy curiosa sobre la historia de su familia y la comarca donde supongo que vive, pero además tiene un apartado donde puedes comparar las variables climatológicas de las capitales españolas.

La mitad de agua

Mucho más frío

Cinco veces más días de helada al año
En las máximas no hay tanta diferencia, pero también un poco más frías

Las tablas comparativas son muy claras. No, de momento, no habrá guayabas en Burgos. Pero no perdamos la esperanza, tal vez, dentro de miles de años...

El clima y el sobrepastoreo han esculpido esta "de-solada" calidad de los suelos

Precipitaciones anuales abundantes y bien repartidas durante el año dan este verdor. Valle de Arratia
Y solo 100 Km separan estas fotos.

miércoles, 2 de abril de 2014

Lo primero siempre es presentarse

Hace 9 años compré un pedacito de tierra en la provincia de Burgos, en la comarca de Oca, en España. Quería plantar un montón de árboles y hacer un bosque, tenía la experiencia de haber plantado frondosas cerca de Bilbao y había sido todo un éxito, lo que me hizo pensar que era una tarea fácil. Con menos de la mitad de precipitaciones, con unos suelos que han soportado siglos de sobrepastoreo y monocultivos, una parada invernal más larga y fría, heladas tardías y veranos muy secos, lo que imaginaba un camino fácil y lleno de satisfacciones se convirtió en un auténtico reto, lleno de sinsabores. Austera tierra burgalesa, una maestra para mi capacidad de aguante ante la frustración.

Cada año plantaba árboles, fundamentalmente tejos, árbol de mi preferencia, pero también muchos otros: abedules, arce de Montpellier, pino piñonero, higuera, bojs, endrinos y frutales "clásicos". Mi voluntad era llevar biodiversidad a aquella zona.

El primer escollo que tuve que enfrentar fue el periodo seco del verano, y aunque acarreaba agua para mis pequeños, al comienzo vi como muchos no lo pasaban. Sin raíces que profundizaran lo suficiente, morían de sed sin remedio. Así que cada año plantaba menos árboles, sólo los que podía regar.

El segundo escollo... los corzos... supongo que gracias a Bamby todos sentimos un amor especial por los cérvidos... yo ya no. Les gustan las cortezas de los árboles jóvenes, debe de ser algo parecido a una gominola para ellos, les gusta rascarse contra los finos troncos y los tumban. Ves que el arbolito va secándose y no entiendes por qué... hasta que te das cuenta de que le falta la corteza. Ver árboles, que empezaban ya a crecer a sus anchas, secarse, me ha hecho derramar lágrimas. Al principio pensaba que era alguien del pueblo que me quería hacer la puñeta y casi lloraba de rabia, pero no, son las implacables leyes de la naturaleza para una zona con mucha pobreza ecológica.

Nunca me he rendido pero había rebajado mis expectativas, de querer reforestar toda la comarca al principio, después de esta travesía por el desierto, había pasado a bastarme con que un puñado de árboles llegara a su edad adulta.

Hace unos pocos meses oí hablar por primera vez de los bosques de alimentos y algo me enganchó. Busqué información, visité blogs de permacultura y páginas al respecto y poco a poco me fui haciendo una idea de lo que son y me he puesto a la faena. Sobre todo los vídeos de Geoff Lawton han sido de una gran ayuda.

En esta etapa de mi vida he puesto mi energía en crear un bosque de alimentos a unos 800 m. sobre el nivel del mar en la meseta castellana. Cierro por tanto mi experiencia anterior que usaré como plataforma desde la que empezar a operar en esta nueva manera de copiar el funcionamiento de un bosque para cultivar alimentos. Por el camino iré aprendiendo de mis errores y bajo las órdenes de la Naturaleza, que al final es la que decide lo que se da y lo que no, veremos qué es lo que va saliendo.

Me comprometo a alimentar este blog 10 años. Soy perseverante, estoy ilusionada, estoy en marcha.

Yo ya veo un bosque de alimentos