domingo, 31 de julio de 2016

¿Y qué ha pasado con los ajos? Resultados del experimento sin arar

Hace unos meses planté unos ajos a las bravas sin labrar el suelo, solo con un pincho. Os lo contaba aquí. Usé tres maneras: desherbando la superficie y pincho, poniendo un cartón y pincho, y sólo pincho entre la hierba.

Además, como voy cuando voy y no puedo andar mirando las lunas o esperando al mejor momento, porque igual no estoy allí, he de decir que la tierra estaba muy húmeda y con el pincho sin duda la apelmacé. Así que no tenía muchas esperanzas. Pero salieron y tenían la misma pinta que todos los ajos del lugar.

Contra pronóstico salieron.

Ajos a punto de ser recogidos

La verdad es que no les hecho mucho caso, desherbar y no mucho. Sobre todo alfalfa silvestre que dicen que, además, fija nitrógeno al ser una leguminosa.


La cosecha

Ya he dicho alguna vez que por ser una apresurada echo a perder el método científico... Quería recogerlos por tramos para ver qué sistema era mejor pero al final quedaron todos mezclados y amontonados. La foto está sobreexpuesta y no se aprecian bien pero la verdad es que visto el trabajo invertido ni tal mal. Algunas cabezas son muy pequeñas y las más grandes son como las medianas que se recogen por esta zona después de haber arado y no dejando crecer ni una hierba extra.

Foto de control: El primer ajo de la izquierda es una cabeza tirando grande
de siembra tradicional

Pero recuerdo que la mayor parte de las cabezas más pequeñas estaban en la tercera zona, donde había sembrado sin desherbar y sin cartón, y las más grandes estaban en la primera zona, donde desherbé un poco. 

Al sacar los ajos te das cuenta de en dónde está el fallo. Muchas cabezas han crecido dentro del agujero y están como aprisionadas. Había que tirar mucho de la planta y alguna cabeza se ha quedado dentro, en su prisión de tierra. Así que esta es mi conclusión: el agujero hecho con el pincho no deja crecer bien la cabeza, sobre todo, si además hay una fuerte cubierta herbácea que sostenga el suelo. Seguro que esto ya lo sabía todo el mundo pero yo tengo que hacer las cosas por mi misma.

El año que viene seguiré investigando esta técnica pero esta vez no va a haber agujero: voy a poner una cama de paja, los ajos y encima de ellos, más paja. Y a ver que pasa.


Al fondo la alfalfa. A los fardos no les ha sentado muy bien la intemperie.

En la otra parte planté altramuces, girasoles y alcachofas, siguiendo la misma técnica del pincho. No salió nada de nada. Bueno sí, alfalfa. ¡Y seguro que no en los agujero que yo hice!

7 comentarios:

  1. Aunque no se labre la tierra, el objetivo de los bancales es tener una tierra muy suelta precisamente para que no pase esto. Al ir añadiendo materia orgánica, plantar raíces y, si está muy apelmazada la tierra, soltarla un poco con la laya, acabarás teniendo una tierra muy suelta y te crecerá todo muy bien.
    En conjunto, creo que el experimento ha sido un éxito. ¿Regaste algo?
    Dices que los ajos son pequeños pero fíjate que la permacultura dice que hay que obtener un rendimiento, no que hay que obtener una cosecha. Con el cultivo convencional, se obtiene una cosecha de ajos gordos y comercializables, pero ¿ha sido rentable? Piensa en el consumo de petróleo, el trabajo, el agua y la destrucción del suelo, el agua y el aire que hay que "invertir" para conseguir esa cosecha. El rendimiento es negativo.
    Y eso no nos sorprende, a estas alturas, de las grandes plantaciones de agricultura convencional, pero si preguntas por el pueblo, verás que los pequeños hortelanos tampoco están obteniendo rendimiento, sólo cosechas de rendimiento negativo. Por aquí, cuando pregunto a los hortelanos porqué no ponen huerto de invierno me dicen que "no vale la pena, al precio que están las coles en el mercado". Para mí, sin embargo, es el huerto que más vale la pena porque no hay que trabajar casi, ni regar, ni hacer nada más que recoger y comer. Pero claro, yo no me deslomo pasando la mula, ni me gasto los dineros en fertilizantes ni insecticidas ni fungicidas que "hay que poner" de forma "preventiva" así que la col me sale casi gratis. Pero a ellos no. Los huertos de mi zona son deficitarios. No obtienen rendimiento, sólo cosecha.
    Por eso cuando la gente dice que la permacultura es una perogrullada, que "claro que hay que obtener un rendimiento eso va de cajón ya lo sabemos todos". Yo me río. ¿Quién está obteniendo rendimiento en agricultura? Muy poca gente. Y tú, Isabel, lo has obtenido. ¡¡Felicidades!! Y que te aprovechen mucho los ajos, querida.
    Un beso,
    Lucía

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    1. Gracias por tan buena reflexión que complementa perfectamente esta entrada.A veces me gustaría actuar como si estuviera inventando la agricultura, libre de perjuicios y, claro está, eso no es así desde el momento estoy comparando mi cosecha con la tradicional. Lo que dices es bien cierto y todo el sistema agroganadero debería hacer bien los números..., parecen las cosechas de la permacultura más pequeñas pero en tiempo y trabajo invertido, si que salen las cuentas y en el cuidado de los ecosistemas ganan por goleada. Y ¡ajos voy a tener! Es para estar contenta y lo estoy, la verdad es que esperaba menos. Y no regué, en este pueblo nadie riega los ajos. Un besazo y muchas gracias por tus comentarios.

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    2. Las plantas que más me gustan son las que no se riegan. Y recuerda el primer mandamiento de la permacultora: No envidiarás el huerto del vecino, máxime si lo riega con agua fósil y derivados del petróleo.

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  2. gracias por esta investigación y sus conclusiones, a ambas Isabel y Lucia.

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  3. Muy inspirador tu trabajo y las reflexiones. Abrazo

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  4. Muchas gracias Pablos. Me alegra leer cosas así. Otro abrazo

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